Hacia 1989 aparece en la leridana localidad de Fondarella, este trío compuesto por Josep María Ribera (voz y guitarra), Álvaro Linares (bajo) y Vicente Piñero (batería).
Su música era mezcla de hard-rock y heavy metal al uso de la época, influenciados por bandas que iban desde Bon Jovi o Metallica pasando por Mötley Crue, AC/DC o Barón Rojo.
El grupo ensayaba en un local cedido por el Ayuntamiento de su pueblo, donde creaban sus temas, en un principio en lengua castellana. A principios de 1990, se les une un nuevo guitarrista, Efraín Parra, forjado en diferentes bandas de trash-metal de Lérida.
Era una época en la que la etiqueta de "Rock Català" estaba pegando fuerte por todo el territorio catalán lo que propiciaba que se llevasen a cabo numerosos conciertos en torno a este movimiento, y Almogàvers entrañó una buena amistad con el grupo de La Junquera, Sangtraït, algo que les influyó de tal manera que decidieron empezar a crear canciones en catalán, sin menoscabo de su propio estilo.
Así pues su repertorio se basaba, además de una versión de sus apreciados "obispos", 'L'enigma de l'estel', en composiciones que el grupo iba pergeñando con el paso del tiempo y las horas de local de ensayo: 'Camí de roses0, 'Despertaferro', 'Rock'n'Roll', 'Rebels', 'Germans de sang' o 'Segueix-la', eran algunos ejemplos.
En 1991 fueron uno de los grupos participantes en el Cata-Rock, también conocido como Nit del Rock Català, un evento que se celebró en el Pabellón Municipal Pla d'Urgell de Mollerussa, donde coincidieron con otros grupos del momento: Bars, Pixamandurries, Triclinium, Orquídies Negres y Bandera Negra. Tras dicha actuación se les presentó una buena oportunidad para que Almogàvers pudieran mostrar su música fuera de Cataluña cuando los organizadores del festival les ofrecieron la posibilidad de realizar una gira por Valencia y Baleares, pero les fue imposible ya que a varios de sus miembros les tocó realizar el servicio militar.
En ese momento Efrain deja el grupo para fichar por la banda de Bellpuig Arsenal, más afines a las convicciones musicales del guitarrista, es decir, para retomar nuevamente el pulso del trash.
Almogávers, nuevamente en formato trío, siguió funcionando un par de años más sin pena ni gloria, por lo que deciden disolverse. Vicente tocó con el grupo de Juneda,Voliak, y Josep María haría sus pinitos en Desheredados y Los Peropadres, formaciones que nunca llegarían a salir del local de ensayo.
Redacción Nuevaola80. Pedro J. Pérez.
(Aportaciones: Fanzine La Cataluña Metálica)
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