Antes de grabar su primer disco, el grupo creado por el guitarrista Robert Álvarez trabajó intensamente para hacerse una reputación en el Pais Vasco. Tuvieron la gran ventaja de que aún no se había producido el estallido del rock radical, pero Ángeles llevaba en la brecha desde finales de los años 70.
Robert había vivido 10 años en Suiza, donde había funcionado con una banda llamada The Flood. Ya en Euskadi, el guitarrista recupero el nombre y en 1978 comenzó a elaborar un repertorio de versiones de grandes clásico rock. Más adelante su fundador cambió el nombre de la formación por el definitivo de Ángeles del infierno. Después de muchos cambios, la alineación con la que comenzaron a rodar fue la compuesta por Álvares, Manu García (Guitarra rítmica) y el baterista Iñaki Munita.
Juan Gallardo se estableció como vocalista después de que pasaran por la banda un total de 14 cantantes entre 1979 y 1982. Gallardo sacaba entre ocho y diez años de diferencia a sus compañeros, que apenas pasaban la veintena. A comienzos de 1982 la formación ya estaba casi cerrada, aunque aún se produciría la entrada de Santi Rubio en sustitución de un primer e ignoto bajista llamado Iñaki.
Desde el comienzo defendieron un metal puro, estética poderosa y actitud combativa, todo dirigido por sus dos mentes creadoras: Juan Gallardo y Robert Álvarez. Entre ambos han compuesto la practica totalidad de los temas de Ángeles, bien en comunidad de letras y música (Gallardo y Álvarez, respectivamente), o cada uno por su lado.
La primera grabación de Ángeles, fue el tema 'Rock'n'rol', que luego fue incluido en un recopilatorio titulado 'Gipuzkoa Star 82' (Diputación de Guipúzcoa, 1982), en el que participaron quince grupos de esa provincia. Este impulso les ayudó a meterse por los escenarios de su área de influencia y parte de Navarra, al tocar hasta 50 veces en el escaso margen de tiempo que va de mayo de 1982 a enero de 1983.
El estilo de Ángeles tenía una clara influencia: Judas Priest, cosa que no les impidió desarrollar una personalidad musical propia. Junto con Panzer y Obús, Angeles del infierno configuraba la línea dura de la música más pesada que existía en España a comienzos de los años 80. Herencia anglosajona, sí, pero adaptada con frescura, descaro y efectividad.
El hard rock y el heavy metall estaban en lo más alto, y sus máximas figuras internacionales (Scorpions, Iron Maiden, Judas Priest, etc) iluminaban el camino a seguir. Las temáticas de las letras de Ángeles no dejaban duda alguna acerca de hacia iban los tiros: 'Dósis de alcohol', 'Esclavos de la noche' y algunos otros títulos que formarán parte de sus dos primeros discos.
En cuestión de directos, pocos grupos pueden presumir de haber teloneado a AC/DC con un primer Lp recién estrenado. Antes de aquella histórica fecha, los donostiarras ya habían tenido la oportunidad de abrir los conciertos locales de Motorhead en noviembre de 1982 (Palacio de los Deportes de Bilbao) y Saxon en abril de 1983 (Velódromo de Anoeta). Aunque hoy pueda sorprender, en aquella época del rock era habitual que las giras internacionales que pasaban por España tuvieran un primer telonero nacional, que en ocasiones variaba según la zona geografica. Ángeles sacó provecho de estas circunstancias a conciencia, aprendiendo bien las lecciones que les proporcionaron sus eventuales y rutilantes compañeros de tarima.
El rendimiento del quinteto en directo era óptimo, por lo que su presencia se requería cada vez más. Al igual que grupos como Asfalto diez años atrás, Ángeles estaba consiguiendo tocar con regularidad sin soporte promocional alguno. Sus presentaciones despertaban una expectación inusitada. Buena prueba de ello fue su actuación en el Festival de Mazarrock celebrado en 1983. A pesar de tocar a altas horas de la madrugada, los Ángeles salieron reforzados de la cita murciana gracias a su simple presencia en un cartel de nombres consagrados. A partir de ese momento se hizo cargo de ellos el manager Jesús Caja, en cuya oficina se movían los directos de Banzai, Barón Rojo y otros grupos importantes del Rock Duro Español.
Ante todo lo dicho, y con semejante crédito, la banda no pasó de largo para la multinacional WEA, que acertó de lleno al fichar al grupo por sugerencia directa de Vicencte "Mariscal" Romero. La relación de Ángeles con su discográfica será a la postre muy compleja y contradictoria, pero comenzó con una realidad incontestable: miles de discos vendidos (sobre las 100.000 copias según algunas fuentes) y un estreno apabullante en cuanto a popularidad y aceptación del público heavy.
Con respecto al primer álbum, este ya había sido grabado con anterioridad a su fichaje por la multinacional Warner, que solo tuvo que firmar la exclusiva con el quinteto para comenzar a promocionarlo. Todo el trabajo previo se había desarrollado en los Mediterráneo Studios de Ibiza, donde se empleó a fondo un equipo de ingenieros de sonido compuesto por Brad Davis, Mark Dodson (ingeniero inglés del grupo Halford) y Dennis Herman. Además, contaron con la colaboración de Vicente Romero como coordinadorde la operación comercial y artística. 'Pacto con el Diablo' esta comúnmente considerado como uno de los diez mejores discos de la historia del Heavy Metal en castellano, y uno de los mejores debuts. Sus argumentos tienen poderosos nombre propios: 'Rocker', 'Sombras en la oscuridad' o 'Unidos por el Rock' entraban por naturaleza en la categoría de himnos, y como tales fueron entendidos por quienes encumbraron a los vascos en lo más alto en un cortísimo espacio de tiempo. Caso aparte es el single 'Maldito sea tu nombre', una de las canciones fundamentales para entender la esencia del movimiento metalero interpretado en nuestro idioma.
La grabación de 'Diabolicca' repitió créditos en los estudios Mediterráneo. Angeles engordaron su nomina de futuros clásicos con temas como 'Con las botas puestas' o 'Fuera de la ley'. El brillante resultado de su primera y conmovedora balada, 'Al otro lado del silencio', les animara a incluir un tema de este tipo en casi todas sus grabaciones. Una y otra vez, Gallardo y compañía manifestaban un insaciable hambre de escenarios. Estaban viviendo su primer momento de gloria y lo aprovecharon para volver a patearse el país como en sus tiempos de amateurs. Pese a ello, la competencia domestica con otras bandas de su oficina provocó un cierto estancamiento en su actividad en vivo. Al desaparecer Banzai en 1985 y romper Jesús Caja con Barón Rojo tres años después, se convirtieron en objetivo preferente del manager y aumentaron su presencia sobre las tablas.
El primer vaivén en la carrera de Angeles llegó en 1986, cuando editaron el Ep 'Instinto animal'. La decisión fue arriesgada, ya que dosificó el primer cambio de estilo del quinteto, al tiempo que “quemaba” por adelantado las mejores piezas del disco en ciernes: 'No quiero vivir sin ti', 'Lo tomas o lo dejas', 'Todo lo que quiero' y 'No hay tiempo'. El vinilo de cuatro canciones dejó tan alto el listón que las ventas de ‘Joven para morir', su siguiente larga duración, se resintieron. Con todo, su tercer álbum es otra cálida muestra de Heavy Rock que culmina una primera etapa en la historia de Angeles. En la portada y contraportada de aquel Lp se reflejaba además el poder estético del movimiento metálico, con una combinación visual de mitones, mallas, vaqueros y botas John Smith que define perfectamente una época. Volvieron a repetir experiencia ibicenca en los Mediterráneo Studios, con Dennis Herman como ingeniero de sonido “de cabecera”. Con este disco los cinco músicos comenzaron a pisar menos el acelerador y a darle a la voz y los instrumentos con menos fuerza pero mayor precisión. La energía seguía latente pero comenzaba a ser administrada. Una balada, 'Pensando en ti', fue de los cortes más pinchados de su repertorio del momento.
Fue durante estos años cuando comenzaron a sonar los cantos de sirena procedentes de México, donde las ventas de 'Diabolicca' iban de camino a las 100.000 copias. El público de Argentina y Venezuela también parecía conectar con el grupo en la distancia, mientras que en España la fiebre por Angeles pasaba de la euforia a un termino más moderado. A todo esto, los músicos llevaban viviendo en Madrid desde 1986. Esta decisión estratégica les sirvió para situarse en la orbita de los medios especializados y los centros de poder del negocio, pero también para vivir intensamente la noche capitalina, como los propios Angeles reconocían abiertamente.
Un año después se produjo la baja del batería Iñaki Munita. Le sustituyo José Sánchez, cuya presencia en Bella Bestia no había dejado indiferente a nadie. Este hecho coincidió con la edicion de su primer 'Grandes Éxitos. Lo mejor de Angeles Del Infierno' (WEA, 1987). El recopilatorio ofrecía como incentivo la inclusión del tema 'Heavy Rock', que había obtenido cierta popularidad extraoficial al formar parte de su ‘set-list' de directo. No en vano se trataba de la cara B de su primer single: 'Maldito sea tu nombre'.
La edición de ‘666' confirmó la deriva comercial de Angeles Del Infierno convirtiéndose en su disco más vendido. Su gran giro estilístico venía avalado por una colección de canciones divertidas y pegadizas, en las que la agresividad cedía su sitio al vitalismo y el cachondeo. Buena prueba de ello era la presencia de 'Estamos todos locos', su adaptación al castellano de un tema de Sweet muy versionado durante los años ochenta: 'Mama, we're all crazy now'. La producción y mezclas de un prestigioso productor internacional, Mark Dearnley, confirmaban la nueva visión musical de los donostiarras. Era su primera experiencia fuera de Ibiza y para ello eligieron los madrileños Estudios Track.
La imagen de Angeles también sufrió una nítida transformación: Juan Gallardo abandonó su característica gorra de cuero para raparse el pelo y dejarse una larga coleta; a su vez, el resto de la banda adoptó un look más refinado y elegante. Aunque Gallardo y compañía se habían relajado notablemente en las formas y los fondos, la difusión comercial de su música no se resintió. El disco parecía pensado para entrar fuerte en el mercado latinoamericano y estadounidense, como así sucedió.
Mientras se gestaba el desembarco definitivo del quinteto en México, Angeles Del Infierno aún tuvo tiempo de hacer cosas importantes en vivo. De aquellos años destaca su participación en el festival madrileño Vallekas Rock de 1988, en un poblado estadio del Rayo Vallecano, por cuyo escenario también desfilaron Barón Rojo, Barricada, Esturión y Status Quo. Muchos de sus fans españoles les verán por ultima vez con motivo de una gira en compañía de Sangre Azul. Fue en 1990, y desde este año podemos considerar que empieza una segunda y fundamental etapa para el grupo: la de su internacionalización y asentamiento en toda América. Antes de que comenzara esta agitada aventura se produjo un nuevo cambio en la batería, que durante un tiempo ocupó Cozy, antiguo componente de Hamlet.
Su primera gira por México les revelo la inmensa popularidad de que gozaban en aquellas tierras. La incipiente comunidad latina del Metal les había adoptado como uno de sus grupos fetiche. Era evidente que resultaba muy complicado tomar la decisión de continuar en España para seguir enfrentándose a los problemas de siempre (marginación del Rock en los medios, escasa infraestructura para conciertos, etc.). Mientras se lo pensaban, en 1991 abandonó la formación uno de sus músicos de siempre, el guitarrista Manu García. Le sustituyó Guillermo Pascual, teclista del segundo disco de Júpiter, que en este caso pasó a encargarse de la segunda guitarra y los teclados.
Entre tanto, la demanda de directos en México y Estados Unidos no dejaba de incrementar. Su segunda visita al nuevo continente la hicieron en compañía de Sangre Azul, aprovechando para incidir en el circuito de clubs de la Costa Oeste californiana. A ellos regresaran en 1992, sembrando una semilla que con los años dará unos frutos insospechados. Aunque no se las pudiera catalogar de giras, sus actuaciones en ambos países les abrieron las puertas de un nuevo mercado “milagro”.
Visto el panorama, no resultó extraño que retrasasen la grabación de su cuarto disco, ‘A cara o cruz', hasta 1993. Esta vez el papel de Dearnley lo jugó Stephan Galfas, quien les hizo sonar como un trueno en los estudios Carriage House Stamford, de Connecticut (Estados Unidos). En los créditos del disco figuraba ya su nuevo y cuarto batería, Tony Montalvo. Como curiosidad, Guillermo Pascual se estrenó como autor con una composición titulada 'Desconocido'. En este punto todo era ya muy americano, tanto por sus objetivos musicales y comerciales, como por la actitud y estética de los “fugitivos de Lasarte”. En España cada vez se tenían menos noticias de Angeles Del Infierno y algunos comenzaron a darlos por desaparecidos.
Pero lejos de ser así, la banda de Juan Gallardo y Robert Alvarez seguía bien viva. Angeles oficializaron intensamente su romance con el público mexicano con nuevas y regulares giras. Su política consistía en alternar las campañas promocionales con incursiones en Estados Unidos y las ciudades más importantes de México. Durante cuatro años se produjo un contraste tremendo: por un lado, la banda acreditaba una envidiable agenda de directos, sin que ello repercutiese en grabaciones novedosas. El grupo quería abandonar Warner, pero Warner no quería dejar marchar a una fuente de ingresos tan rentable e inesperada en el mercado latinoamericano. Desde luego, pocos grupos habrán dado tanto dinero a Warner con una inversión casi mínima. La propia compañía reconoce ventas multiplatino de Angeles Del Infierno en todo el mundo, de las que una mayoría holgada se han producido en toda America.
Durante años, la multinacional no ha dudado en exprimir el catalogo de los vascos por activa y pasiva. El primer recopilatorio, ya citado, data de 1987. Más adelante se editaran nuevas discografías y cofres: ‘Lo mejor de Angeles Del Infierno: 1984-1993' (1997), ‘Éxitos diabólicos' (2001) y ‘Discografía 1984-93' (2002). Pese a su extraña convivencia de encuentros y desencuentros, Angeles puede presumir de llevar toda la vida en una “major”. Sin duda, un caso único en la historia del Heavy Metal en castellano que difícilmente se repetirá.
Volviendo a su cronología, hacia 1996 Angeles Del Infierno instaló su campamento base en Miami, la ciudad del poder latino en los USA y centro de operaciones para cualquier artista que cante en nuestra lengua y quiera triunfar en el continente americano. Su siguiente paso fue la refundación directa de la banda, que desde 1998 incorporó en su formación al bajista Alfonso Polo, el guitarrista rítmico Gus Santana y el batería Gerardo García.
Posteriores cambios contemplaran la entrada de Rafa Delgado (Batería). Ambos grabaron ‘Todos somos Angeles' siguiendo las directrices de los dos capos oficiales, Juan Gallardo y Robert Alvarez, quienes volvieron a confiar en su viejo amigo Guillermo Pascual para algunas guitarras y teclados.
Angeles Del Infierno –o A.D.I para la comunidad internacional de fans- fue de los primeros grupos en tomarse en serio las posibilidades de Internet y creó una página que pronto se convirtió en punto de encuentro de la nueva generación de "Metal Heads" latinos. Al no contar con novedades discográficas, el quinteto ha basado su crecimiento en la explotación constante de sus incombustibles éxitos. El público, lejos de cansarse, aguantó la espera de un nuevo disco con inquebrantable fidelidad y simpatía hacia los ya hispano-americanos. Ese esperado Cd llegó finalmente en 2003, el citado ‘Todos somos Angeles', de nuevo editado por Warner.
Después de todo lo vivido, Angeles volvía a sorprender a propios y extraños renovando su vinculo con la que el propio Robert Alvarez denomina “compañía del conejito de la suerte”. La reconciliación con Warner llegó con el citado 'Todos somos Angeles' (número 1 en las más importantes listas de ventas en España.) en el incluyen una versión de 'El rey', la popular canción mexicana de José Alfredo Jiménez que llevan años tocando en sus directos. El nuevo estilo de Angeles Del Infierno ofrece una cara que poco tiene que ver con el pasado, y habrá que esperar a nuevas producciones para comprobar si se trata de una evolución real.
También en septiembre de este mismo año A.D.I. recibe un disco Multiplatino de parte de su discografica Warner Music por sus ventas en todo el mundo. Pero haciendo un balance objetivo, Angeles Del Infierno es el grupo estatal que más éxito ha obtenido internacionalmente y que durante más tiempo se ha sostenido. Fueron los primeros en llegar -antes que Héroes del Silencio, por ejemplo- y lo hicieron en calidad de estrellas, con grupos teloneros de la categoría de Rata Blanca y muchísimos otros.
Especialmente a partir de 1998, su expansión americana les ha llevado hasta países que habitualmente no tenían la oportunidad de contemplar grandes espectáculos de Rock en vivo hasta ese momento, como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Bolivia o Perú. En mayor medida y con mayor frecuencia también han actuado en Colombia y Ecuador, aunque sus plazas fuertes han continuado siendo Estados Unidos y México. Han girado masivamente por la mayoría de estados de este país. Sus tres mayores hitos en la "tierra del gringo" han sido las giras de 1988 -con el cartel de “Todo vendido” en el Hollywood Palace-, la desarrollada justo diez años después -que cerraron como cabezas de cartel del festival Vive Latino 98- y la correspondiente a 2000, durante la que protagonizaron una de las jornadas del festival March Metal Meltdown. Han logrado tocar en lugares míticos como en Hollywood Palace, Verizon Wireless Ampitheater de Los Angeles, Los Angeles Sports Arena, Hawthorne Park Hypodrome de Chicago, House Of Blues de Las Vegas o B.B. King's de Nueva York, por mencionar algunos.
El caso de México es singular como pocos. Siempre se han mantenido fieles a la banda, hasta el punto de convertir a Angeles Del Infierno en una de las señas de identidad de su propio Rock. En su día “adoptaron” a la criatura y desde entonces han sabido cuidar de ella con esmero y cariño..
En cuanto a España, el grupo de Alvarez y Gallardo desde su desaparición del calendario de conciertos nacional a comienzos de los años 90, Angeles solo han actuado en ocasiones puntuales en nuestro territorio en el marco de macro festivales como Viñarock o Metalway. Todas sus presentaciones fueron saludadas con gran expectación y el apoyo de la critica y el público.
En 2007, Angeles del Infierno realizaron la gira "Americca 2007" que comenzó a a primeros de agosto de este mismo año para recorrer todos los paises del continente americano desde Canadá hasta Argentina. Los integrantes de Angeles del Infierno en ese momento fueron Juan Gallardo (voz), Robert Alvarez (guitarra), Gustavo Santana (guitarra), Foley (bajo) y Julio L. Sainz (batería).
Redacción Nuevaola80. Pedro J. Pérez.
(Aportaciones: angelesdelinfierno.com, Canal Youtube )
http://metalyrockengrandeza.blogspot.com/2013/09/angeles-del-infierno_14.html
ResponderEliminarhttp://heavyrockmetall.blogspot.com/2017/02/discografia-de-angeles-del-infierno.html
ResponderEliminar¿Os acordáis cuando en los 70 los heavys estaban metidos en la delincuencia y las drogas y violaban a las madres que llevaban a sus hijos a jugar al parque?. Por suerte algunos de llos gracias a la serie de Kung Fu de David Carradine eligieron el buen camino y dejaron la delicuencia. ¿Te acuerdas?.
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