Practicaban un rock duro, apoyado en unas letras nada hipócritas, llenas de muerte, sangre, asesinato, sexo, borracheras, etc., es decir, de todo aquello que ignoraban las listas de éxitos de las popularse radiofórmulas.
Como nota curiosa, decir que el local de ensayo lo tenían junto al cementerio y, además, sobre un taller de elementos estructurales funerarios. Entre sus influencias estaban grupos como The Cramps, Parálisis Permanente o Desechables.
Ofrecieron varios conciertos en diversos locales de la ciudad, en los que, entre sus incalificables letras unido a la teatralidad de una puesta en escena harto singular, dejaba boquiabiertos a propios y a extraños. Entre aquellas canciones, destacaban artefactos sonoros como ‘La sala de las torturas’, ‘Masacre en Lugo’, ‘Nunca hice eso’ ó ‘En el sótano’.
Participaron en el segundo concurso de rock de la Sala Pigalle, donde tuvieron la oportunidad de ofrecer algo más que sus canciones, incorporando elementos escénicos acordes con sus propias historias, hecho que les hizo auparse hasta el segundo puesto de la clasificación. Otras actuaciones reseñables fueron la de Baracaldo en 1990 o la ofrecida en la sala Las Vegas de El Tiemblo (Ávila), dos años después.
Poco tiempo después, Miguel deja el grupo, incorporándose Pepe (guitarra) y Aitor (bajo y voz), reforzando la potencia de sus directos.
Además de Suicidio, el grupo tenía dos proyectos paralelos de llamativos nombres: Higadillos e Industria Radical. En 1994, el grupo se disolvió.
El tema 'Los sótanos' es incluido en la cinta recopilatoria de grupos vallisoletanos (quince en total) desaparecidos que llevaba por título 'Va pasando el tiempo', editada en 1996 por Melankronicam. Los impulsores de este recopilatorio no olvidan colocar un tema del grupo predecesor de Suicidio, Desastre, 'Porros y cerveza'.
Redacción NO80s. Pedro J. Pérez.
(Aportaciones: valladolidwebmusical.org, puzelanomaskepunk.blogspot.com, Canal Youtube radiocalambre)
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