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Grupo de rock formado en 1974 en Madrid. Inicialmente eran José Carlos Molina (voz y flauta), Rosendo Mercado (guitarra), Juan Almarza (bajo) y Pedro Cruz (batería).
Pero la historia se remonta unos años atrás. Corrían el principio de los años 70 y un chaval de unos 16 años llamado José Carlos Molina se juntó con otros dos amiguetes y formó lo que fue su primer grupo llamado Alturas donde él tocaba la armónica, Pedro Cruz la guitarra y Luis "Pirolo" los bongos. Este grupo no tuvo ninguna repercusión, pero ayudó a sus componentes a coger algo de experiencia. Su siguiente grupo tuvo ya más importancia, era un grupo de amigos del colegio que se denominaron Polvo, y que gracias a la censura franquista reinante en aquellos tiempos tuvieron que traducirlo al inglés "Dust" para figurar en los carteles a causa del significado sexual que tenía en el lenguaje callejero. El grupo lo formaban José María Monpeán a la guitarra, José Carlos Molina a la armónica y la percusión, Carlos Poto al bajo y Pedro Cruz a la batería. Sus canciones eran instrumentales menos alguna que cantaba Molina. Después de pasar por unos grupos más, en 1974, José Carlos Molina, tras interpretar las canciones ‘Paranoid’ de Black Sabbath y ‘Johnny B. Goode’ de Chuck Berry, forma parte del grupo Fresa, donde conoció a Chiqui Mariscal y a Rosendo Mercado. Además de acompañar a la popular cantante Jeanette, consiguieron tocar bastante por toda la geografía española con la técnica de cobrar más barato que las orquestas que tocan en las fiestas de los pueblos pero tocando lo que ellos querían.
En noviembre de 1974 Fresa decide cambiar su nombre y comenzar una nueva etapa ya que cada vez componían más temas propios. Nacía Ñú. Según cuenta la leyenda fue el batería Pedro Cruz quien le puso nombre al grupo con la frase: "Hay que buscar un nombre corto e impactante, por ejemplo: Ñu" y con Ñu se quedó pasando así a la historia como el único grupo que empieza por "Ñ". Su puesta de largo en directo fue el 16 de Febrero de 1975, cuando ofrecen su primer concierto con ese nombre que, junto con otros conciertos que tuvieron lugar en el Teatro Monumental, les hicieron ganar el Trofeo Festivales Pop.
En la segunda fase de ese concurso Pedro Cruz dejó la formación por la forma en que su manager estaba llevando el asunto y fue sustituido por Felipe Salinas que había compartido formación con Molina en el grupo Cámara Oscura. La dirección musical de Ñu era marcada por Molina y Rosendo conjuntamente.
En ese año Rosendo se va a la mili, destino: AOE (África Occidental Española). Mientras que Molina tras realizar un disparatado test vestido todo de negro, con una calavera como amuleto, un libro de ocultismo bajo el brazo y con las uñas negras y con sombra de ojo consigue que le consideren exento por esquizoide.
En ese momento Molina, tras contratar al guitarrista Jorge Calvo y al bajista Juan Catalá (ya que Juan Almarza se va también a la mili), toma las riendas de Ñu en solitario. Esta situación, hace que cuando el genial guitarrista volviera de la mili las cosas ya no fueran igual que antes y se sintiera desplazado de su condición de co-líder. Rosendo afirma que Molina no quería tocar sus temas porque eran un "leño" (palabra que ayudó más tarde a Rosendo a formar su propia banda), que a él le interesaban más las canciones en la onda de Jethro Tull, mientras que Molina afirma que él también quería guitarreo y que todo lo que Rosendo trajo compuesto de la mili era acústico y pensado para la flauta.
En 1976, en uno de los primeros conciertos de Ñu ya con Rosendo de nuevo en el grupo, tuvo lugar un hecho que marcaría el principio de su discografía, mientras esperaban para tocar en la discoteca Jayto de Móstoles. Resulta que el Dj puso algo que al grupo le sonaba bastante, y cual no sería sorpresa al comprobar eran ellos mismos interpretando el tema ‘Que nadie escape a la evolución’, grabado meses antes en las sesiones que le sobraron al artista Kurt Savoy, y que había salido a la luz sin que ellos mismos supieran nada. Fueron a hablar con el “pincha” y quedaron decepcionados con lo mala que era la portada del sencillo, ya que ellos tenían diseñada una mejor. Después de esta actuación fueron a la discográfica para ver si podían conseguir unas copias y la carta de libertad porque tenían pensado fichar por otra compañía. Al llegar a la discográfica comprobaron que allí no había ningún grupo que se llamase Ñu y que la carta de libertad no se la podían dar ya que ni siquiera eran de la casa.
Más tarde los sueños de Ñu de fichar por una discográfica fueron truncados por una bronca organizada por Molina en un concierto en la discoteca M&M en la que Eduardo Ontiveros, manager de Ñu, advirtió a José Carlos que moderara su lenguaje ya que se encontraban allí algunos peces gordos de la discográfica Ariola, pero en un momento del concierto éste gritó: "A ver el de las luces. ¿Dónde están los peces gordos de la compañía? Que los enchufen con los cañones, que quiero que todo el mundo vea que esos son unos cabrones hijos de puta que destrozan el rock".
Después de varias broncas protagonizadas por Molina y de las diferencias que fueron creciendo entre él y Rosendo, en 1977, el día de fin de año, Rosendo decide dejar Ñu después de que Molina se negara a tocar con el equipo que había conseguido Rosendo afirmando que no era suficiente para afrontar la actuación. Al negarse José Carlos a tocar el público reaccionó violentamente tirando todo tipo de objetos sobre el escenario.
Tras el abandono de el de Carabanchel, el 10 de febrero de 1978 dio su primer concierto con Leño con quien llegó a editar hasta cuatro discos, y en 1985, tras disolver Leño dos años antes, y superar unos problemas legales con las discográficas, empieza su carrera en solitario, plagada de éxitos, con la que sigue actualmente.
Después de toda esta trifulca, Molina reforma Ñu introduciendo como guitarrista a José María García "Sini" a las guitarras, a un violinista llamado Jean François André, a Jorge Calvo al bajo y a Enrique Ballesteros a la batería, y él como cantante y flautista. En octubre de 1978 ven salir por fin bajo el sello Chapa Discos su primer Lp llamado ‘Cuentos de ayer y de hoy’ con Vicente Romero como productor, con un sonido no muy bueno que contenía temas como el que daba título al disco o ‘Preparan’ que todavía hoy los siguen interpretando. La promoción radiofónica se limitó a ser pinchados en el programa del Mariscal Romero.
Más tarde el grupo sufre una gran desgracia, tenían un concierto en Santiago de Compostela y deciden que la mitad del grupo vaya en un vuelo de mañana y la otra mitad por la tarde. Pero el avión de la tarde sufre un accidente y Jorge Calvo, "Sini" y su mujer son trasladados al hospital y el concierto suspendido. Después de este accidente "Sini" queda traumatizado y al no sentirse capaz de salir de gira deja el grupo y es sustituido por Eduardo García Pinilla, Enrique Ballesteros también se va y le sustituye Raúl Garrido, y se incorpora un teclista llamado Manolo "El Moro" que no duró demasiado en el grupo.
En febrero de 1980 sale a la venta su segundo album ‘A golpe de látigo’ repitiendo con Vicente Romero como productor en el cual se incluía un tema que llegaría a ser uno de los más legendarios de Ñu y que desde ese momento ya no faltará en ninguno de sus conciertos, ‘El flautista’. En el proceso de grabación, en agosto del 79, surge un conflicto entre Molina y la discográfica a causa de la portada, y esto hace que toda la banda, excepto el violinista André, abandonen.
Pero no tardó mucho en encontrar más gente para su grupo ya que en septiembre de 1979 conoció a un grupo llamado Salamandra, del que sobresalía un teclista llamado Miguel Angel Collado, después de que Collado rechazara entrar en Ñu, el guitarrista Jero que también pertenecía a Salamandra, se encontró con José Carlos y con Chiqui Mariscal, que se había incorporado a Ñu, y después de leer un cartel en el cual buscaban guitarra, teclista y batería, les ofreció sus servicios, y así es como se completó la tercera formación de Ñu desde que grabaran su primer disco, con Jero a la guitarra, Collado a los teclados y Bernardo Ballester a la batería junto con los citados Molina, Chiqui y Jean François. En esa época se dedicaron a componer canciones de larga duración con un sonido de rock sinfónico mezclado con heavy. Tenían preparado un disco que se iba a llamar ‘Mil años hacia adelante en el pasado’ que iba a incluir los temas: ‘La danza de las sombras’, ‘Mil años hacia adelante en el pasado’, ‘El mensaje del mago’, ‘Nessa’, ‘Los caballeros de hierro’ y ‘La Revolución’. Pero la compañía volcada en Barón Rojo y Obús no consintió sacar ese material.
En 1981 Jero ha de abandonar momentáneamente Ñu a causa del servicio militar y es sustituido por Tony Acebes, del grupo Pielmetal, que estuvo durante unos 3 meses. También se incorporó Enrique Sanz al bajo, que posteriormente fue sustituido por José Luis Ajenjo "El Horrible" y éste, a su vez, por Joaquín Vinci. También volvió por un corto periodo de tiempo "Sini" que se fue otra vez a causa de su trauma del accidente de avión. Más tarde haría otra intentona pero se volvió a ir alegando: "Me sentí muy desfasado, muy flojo. Mi guitarra no sonaba bien. En los grupos que había estado anteriormente era el líder total y se me hacía difícil convivir con otro líder". Así que abandonó el grupo y se dedicó a hacer música mediante su ordenador sacando dos discos en solitario.
Después de esto llegó la etapa más “borracha” de Ñu en la que hubo algún cambio más y una gira de bastante desparrame de la que se puede contar entre otras, una de las anécdotas más famosas del Molina en la que según la versión de Tony de Juan, guitarrista que perteneció a Coz y que en ese momento era guitarrista de Ñu, "era el cumpleaños de Molina y unas amigas que había conocido el día anterior le subieron una tarta al escenario y José Carlos tiró parte de tarta al público, cosa que molestó a algunos, y cogió el cuchillo de la tarta y le dijo a uno de los chavales de la primera fila: "¿No me queréis clavar el cuchillo?" y acto seguido se tiró en plancha al público y volvió a subir por su propio pie después de que le zarandearan un poco." La versión de Molina difiere algo ya que afirma que todo el mundo cogió tarta y no les dejaron nada, y que había un chico que le decía que le iba a matar y le dio el cuchillo para que lo hiciera.
Chapa no estaba dispuesta a sacar el material sinfónico antes comentado y, ni siquiera, a dar presupuesto para un nuevo álbum así que le dieron 200.000 ptas. a Molina para que sacara un single. Molina tomó el dinero y habló con Mario del Castillo, dueño de los M.C. estudios (un estudio para grabar maquetas) y le ofreció el dinero para grabar un disco y aceptó, y de ahí nació en 1983 ‘Fuego’ su tercer álbum en el que tuvo que suprimir los temas sinfónicos o modificarlos para conseguir un sonido puramente heavy. La formación que lo grabó fue Molina a la voz, Jero a la guitarra, Chiqui al bajo, Miguel Angel Collado a los teclados y Bob Thackway a la batería en sustitución de Bernardo Ballester. El disco contenía canciones como ‘Más duro que nunca’, clásico donde los haya firmado a medias con Eduardo Pinilla, ‘Lucifer’, ‘La revolución’ algo retocada de como se concibió al principio, ‘Fuego’ con un largo solo multi-instrumental, ‘La bailarina’, otro clásico y como colofón la balada ‘Flor de metal’. Pero el sonido a causa de las condiciones en que había sido grabado no era demasiado bueno y no se podrá remezclar porque se quemaron los masters originales.
Mas cambios en Ñu, entra a la batería el argentino Alejandro Colantonio y al bajo Marcelo Fuentes que pasa a la historia de Ñu como el bajista más virtuoso. El violinista André fue, en principio, cedido al grupo Labanda, aunque con los años siguió en este grupo. En esa época viven una etapa de éxitos a nivel de ventas y actuaciones. Más tarde Jero abandona Ñu para formar Santa junto a Azucena y Bernardo Ballester volvió a la batería.
Las ventas de ‘Fuego’ fueron lo suficientemente buenas como para que Zafiro le hiciera a Ñu grabar otro disco en marzo de 1984 en unos estudios que estrenarían en Ibiza, para lo cual Molina tuvo que improvisar prácticamente un disco y reconstruir otra vez Ñu para lo cual llamó a su buen amigo Eduardo Pinilla para que se ocupara de la guitarra, al bajista José Luis Ajenjo "El Horrible" y al batería Alejandro Colantonio. Rafa Basa era en ese momento manager de Ñu y consiguió que el disco lo produjera Robin Black, legendario productor de Jethro Tull. Partieron para Ibiza habiendo ensayado sólo durante tres días, y el disco se grabó en ocho días y el último fue para las mezclas, hubo canciones como ‘Más quiero más’ que fueron escritas allí. El resultado final no fue del todo como esperaban pero el disco tenía buenas canciones como ‘Ella’ o ‘Perseguido’ que todavía siguen sonando en sus conciertos, ‘Más quiero más’ a pasado a la historia como una de las canciones más comerciales de Ñu, tanto que cuando Klaus Meine de Scorpions la escuchó dijo que era un buen tema para vender miles de copias. La nota discordante la marca la falta de flauta en el disco, consecuencia de que todo el mundo le dijese a Molina que ya estaba bien de tanta flauta. Hasta Robin Black le dijo que para qué le había traído si no había metido casi flauta.
Las ventas de ‘Acorralado por ti’ fueron mejores que las de ‘Fuego’, y Ñu, por fin, aparecen en televisión, en el popular programa de TVE1 Tocata, que acababa de nacer y que estrenó Leño. Allí tocaron ‘Ella’ y ‘Perseguido’.
Los directos de Ñu siguieron como siempre, dando que hablar. Existe una anécdota muy divertida en la que estaban tocando en un pueblo y alguien tiró un poco de barro y dio a Molina en la flauta (él se pensó que era mierda). Entonces para el concierto y dice: "A ver el hijo de puta éste que ha tirado la mierda, si tiene cojones que venga aquí que lo voy a matar, pero que no venga solo. Que venga con todos sus amigos, con toda la mierda de pueblo este de hijos de puta". Todos los del grupo pensaron que ahí iban a acabar ya que todo salió por los altavoces pero, al contrario de lo que se pensaba, la gente no se enfadó sino que empezaron a decir: "Ese ha sido, ese ha sido" señalando a uno. Después de unas actuaciones mal pagadas Rafa Basa deja de ser su manager para empezar su carrera como locutor.
Al final de 1984 Miguel Angel Collado deja Ñu para irse a Santa, lo cual hace que, después de una discusión entre Molina y Jero en la que Jero resultó amenazado, éste y Molina dejan de hablarse por unos años.
En 1985, Ñu consiguen la carta de libertad de Zafiro, después de presentar una maqueta con dos canciones ‘Los ojos de la zíngara’ y ‘Tangia’ (Molina/Pinilla) a la que pusieron pegas porque la maqueta estaba grabada en un “4 pistas”, y querían las canciones con guitarra española y voz. Molina después de esto va al día siguiente a reclamar la carta de libertad diciéndole a Tony Parera, responsable del departamento artístico, que ya estaba harto de que se rieran de él, que le dieran la carta de libertad o cogía “el cenicero tan bonito que tenía en la mesa y se lo hacía tragar”, que vendría al día siguiente y que también quería la liquidación en mano. Volvió al día siguiente y todo estaba en orden. Lo malo fue que, al igual que todos los grupos que pasaron por Zafiro, tuvo que renunciar a los royalties durante 25 años.
Ñu se renueva una vez más con Tibu de Banzai al bajo, el cual duró “dos noches y media” en el grupo ya que montaba escándalos en los conciertos y hacía cosas que Molina consideraba de mal gusto y falta de respeto. Fue sustituido por José Luis Rodríguez que tocaba en un grupo de Pinto llamado Spider. A la guitarra entró Enrique Bertrán de Lis. Con esta formación sigue tocando por toda la geografía española. En ese tiempo Molina hace un paréntesis en su carrera con Ñu y compone una obra conceptual dedicada al Cid Campeador que todavía no ha sacado a la luz.
A finales de 1985 Molina es portada en la revista Heavy Rock. La razón fue la grabación por parte de Ñu de su primer disco en directo. Tras un concierto en Madrid de Ñu hay una reunión en la que están presentes Molina, Mariano García, y Ángel Moreno, fiel amigo y cantaor flamenco. Allí Mariano le propone a Molina grabar un disco en directo con todas las canciones significativas de Ñu tras verle algo alicaído. Mariano presenta el plan a Antonio Rodríguez, máximo mandatario de una empresa de discotecas de rock llamada Barrabás, para montar el sello discográfico Barrabás, que nació para grabar el disco en directo de Ñu y que crecería modestamente con fichajes como Boikot, Porretas o Leize. Mariano García y Antonio Rodríguez coinciden en afirmar que se le dijo a Molina que no se le pagarían los royalties como pago por lo que se jugaba Barrabás, algo que Molina desmiente.
El concierto se grabó en la sala Canciller durante las noches del 7 y 8 de febrero, y el disco lo titularon como ‘No hay ningún loco’, con cuatro temas nuevos: la citada ‘No hay ningún loco’, la balada ‘Prometo besar’, la aflamencada ‘Los ojos de la zíngara’ cantada junto a Ángel Moreno y la medieval ‘Sé quién’, firmada junto a Enrique Bertrán. La formación que grabó este disco era Molina a la voz y flauta, Bernardo Ballester a la batería, Tony "El Mago" a los teclados, José Luis Rodríguez al bajo y Enrique Bertrán a la guitarra. En cada canción iban sucediéndose como invitados todos los músicos que habían pasado por Ñu y habían durado algún tiempo. Todos menos Rosendo, por dos razones: una que su relación con Molina no era muy buena y otra que en su etapa en solitario el guitarrista madrileño se alejaba de los circuitos heavies y Canciller estaba considerado como el templo del metal madrileño. Comercialmente, este disco fue el que mejor se ha vendido de toda la carrera de Ñu, con el que consiguieron vender la cantidad de 25.000 copias, según Barrabás. Encuestas publicadas en revistas como Popular o Heavy Rock demuestran que Ñu estaba en una buena etapa, en la que sigue dando conciertos por todo el país.
En el año 1987 Ñu publica ‘El mensaje del mago’ en el que suaviza bastante el sonido de la banda con canciones como su single ‘Amor en el cielo’ que suena bastante a A.O.R., algo por lo que fueron bastante criticados. La grabación del disco fue agradable aunque al final no convenció el sonido. Hay que tener en cuenta que, por esa época, Leño habían desaparecido y Barricada dominaban el cotarro, pero a Molina nunca le ha gustado hacer letras de rock suburbial, aunque en discos posteriores compusiera alguna. A la formación anterior se le une el violinista Enrique Baliño, por lo demás es la misma que la de ‘No hay ningún loco’. La razón de que los temas fueran así era que Molina estaba preparando su primer álbum en solitario, pero Barrabás quería que el disco fuera de Ñu, con lo que tuvo que adaptarse. En el disco había canciones que han llegado a ser clásicos como ‘Una copa por un viejo amigo’ o ‘Manicomio’. Funcionó muy bien en lo comercial, vendiendo 15.000 copias. Después de esto Ñu siguen tocando y cabe destacar conciertos como el de las fiestas de San Isidro en Madrid con un cartel de lujo (Tina Turner, Gary Moore, Genesis, Joe Cocker, Barón Rojo, Orquesta Mondragón, Luz, Camarón, Paco de Lucía y Toreros Muertos). La formación de Ñu permanece "estable" durante todo el 87 pero Enrique Bertrán deja la banda para dedicarse a su carrera de marketing.
Su siguiente disco fue publicado en 1988 que se pretendía llamar ‘Demasiado cerdos para el Rock and Roll’, por la canción que aparecía en él, ‘La granja del loco’, pero Barrabás no lo consintió y finalmente vio la luz como ‘Vamos al lío’. Al disco le precedieron declaraciones sarcásticas de Molina del tipo de: "Es el disco más cerdo que he hecho en mi vida, y es porque me considero un cerdo. Es heavy-agrícola o, según se mire, cerdo-rock aristócrata". Una vez más el disco se graba deprisa y corriendo sin ensayos previos con una formación algo cambiada. Regresan Miguel A. Collado y Enrique Ballester. El disco incluye un solo de guitarra de Enrique ‘Fuga sin modales’ algo que no sucede todos los días en los discos de Ñu. Después de la grabación surgen problemas de dinero porque los músicos querían cobrar más de lo que les iban a dar, la compañía les ofreció una miseria y ellos la rechazaron, por lo cual Barrabás tuvo miedo de que les denunciaran y los eliminó de los créditos. Musicalmente, ‘Vamos a lío’, es algo más duro que el anterior con canciones como ‘La granja del loco’, que iba dedicada a unos conocidos del Molina que al no encontrar trabajo en Madrid se fueron a Piedralabes a cuidar cerdos y Molina les prometió una canción con la que se partirían de risa. ‘No te dejes ganar’, ‘Que alguien nos pague’ y ‘El tren azul’ (esta última compuesta entre Rosendo y él de la que tuvo que dar explicaciones a más de uno que se creía que estaban versionando a Leño). Como colofón del disco estaba ‘Tocaba correr’ una canción basada en los despreocupados tiempos de la primera juventud que todavía tocan en directo. El disco vendió 14.000 copias aproximadamente.
En 1989 Molina prosigue con la composición de su obra basada en el Cid Campeador y renueva la alineación de Ñu con la entrada de Jero a la guitarra, Niko del hierro al bajo.
A partir de 1988 Ñu está viviendo, al igual que todos los grupos de rock, un bajón en la popularidad ya que esa fue una época en la que el rock entró en declive y Ñu que nunca había tenido ni tiene apoyo de prensa y radio especializados, tiene un apoyo nulo. Una de las actuaciones que prometía ser algo especial y fue frustrada es la que iban a dar junto con Obús y el grupo Ruso Kruiz en el Pabellón del Real Madrid, pero una huelga total y absoluta de transporte público en la Comunidad hace que la afluencia sea mínima.
El año 1990 empieza con un concierto en Barcelona en legendaria sala Zeleste. Un concierto que recibió una negativa crónica. La circunstancia era que el periodista que iba a entrevistar a Molina iba totalmente borracho (y de pastillas) y Molina no le dejó entrar al camerino tras lo cual el reportero hizo una crítica malísima del concierto.
En este año se graba y publica el nuevo disco de Ñu, ‘Dos años de destierro’ con problemas discográficos, ya que salió con Avispa, aunque mantenían contrato con Barrabás pero como no les prestaban mucha atención optaron por grabar con Avispa lo que hace que cuando el disco esta preparado Mariano García en representación de Barrabás reclame a Avispa el derecho de publicarlo. No hubo trato, el disco salió con Avispa. Barrabás denunció. ‘Dos años de destierro’ es uno de los disco más heavies y que menos respeta la esencia Ñu, según palabras de José Carlos, la razón es que las canciones le salían así, que no era influencia externa sino que tenía una banda muy dura y quería aprovecharla. La formación que grabó este trabajo fue la compuesta por Molina, Jero y Niko. La batería fue programada porque Molina no se fiaba de las posibilidades de los estudios para grabar la batería acústica. El disco tiene buenos temas como ‘Tuboescape’ o ‘Marisoka’ (por la que recibió muchas críticas) y también se incluía otro tema emblemático: ‘La espada’. Este disco vendió 12.000 copias. Después el grupo se embarcó en una gira con Medina Azahara llamada "Moros y Cristianos", que no funcionó nada bien, de la que se apartan por diferencias con Medina Azahara.
A todo ello, continúan en directo con una gira desastrosa en la que cabe destacar un concierto legendario en la Carpa de Leganés en el que las condiciones eran tan malas que Molina se fue a casa con la intención de no tocar ante la pasividad de los organizadores y ante los charcos que se crearon después de una gran tunda de agua. Al final los compañeros de grupo le convencieron para tocar por respeto al público y durante el concierto lanzó varios mensajes contra los organizadores, recordando a ese Molina de los 70, lo cual molestó a los músicos. Esta actuación terminó con la ruptura de la banda, con Avispa y con el management
Esta situación desembocará en que Molina grabe en el mismo 1990 un disco en solitario bajo el nombre de José Carlos Molina y los Robagallinas con Carlos Kakutani a la guitarra, Luis García a la Batería y Javier Rocaberti al bajo.
En 1991 Ñu cumple sus compromisos con Jero, Chiqui y Enrique Ballesteros en sus respectivos puestos, pero no duran mucho y se desintegra totalmente, Chiqui formando una escuela de música, Jero formando Saratoga, y Enrique Ballesteros regresando a Coz. Así que Molina convierte a los Robagallinas en la nueva formación de Ñu junto al teclista José Miguel Lorenzo. Mientras tanto la revista Heavy Rock llega al número 100 y efectúa un referéndum sobre las cien mejores canciones del rock duro español. Ñu aparece cuatro veces con las canciones: ‘No hay ningún loco’, ‘El flautista’, ‘Ella’ y ‘Cuentos de ayer y de hoy’.
En 1992 Molina ve la oportunidad de grabar su segundo disco en directo para registrar las canciones aparecidas en los discos que habían salido desde ‘No hay ningún loco’ y para presentar algunas nuevas hechas con la nueva formación, pero Molina que, aunque sólo había firmado por un disco con Avispa, no quería volver a ella. Vuelve a Barrabás y, por mediación de Rafa Basa, se procede a modificar el contrato y firmar para grabar un disco en directo. Así que la noche del 24 de abril de 1992 se graba el disco en la sala Canciller, actuación que será también recordada por los problemas que tuvo. Al salir el grupo el público se echó encima de las vallas de protección y rompió la manguera de la luz y Molina sufrió uno de los palos más grandes de su vida hasta el punto de que no quería volver a tocar. El público coreaba "Que putada, que putada", cosa que se puede oir en el disco. Al final salieron a tocar. En el concierto se produce otro incidente: Estrenaban una balada que Molina había compuesto dedicada al público que es recibida con silbidos, lo cual hace que Molina los envíe, sin concesiones, "a tomar por culo". La canción no se tocó esa noche y por desgracia se supone que no se tocará jamás.
‘Imperio de paletos’, que así se llamó el disco, tuvo que rehacerse por completo en los estudios Talkback, en los que Molina grabó de una vez la flauta y la voz con el mismo micro y la misma pista demostrando algo de honradez. El disco tiene canciones nuevas que no han llegado a ser clásicos, excepto ‘Imperio de paletos’ que hablaba de la corrupción de 1992 y de la pasividad de la gente ante todo lo que aconteció en ese año (Expo de Sevilla, Olimpiada de Barcelona, etc). También se incluía la canción ‘Que nadie escape a la evolución’ como recuerdo de los principios y canciones como ‘Algunos músicos fueron nosotros’, ‘A golpe de látigo’, ‘El flautista’, ‘Más duro que nunca’, ‘La granja del loco’, ‘Robin Hood’ o ‘Galeras’ y la despedida ‘Una copa por un viejo amigo’. El disco se editó solamente en Madrid lo que hace que fuera de la comunidad sea un autentico desconocido. Se vendieron 13.000 copias según autores y 4 ó 5.000 según Barrabás.
Durante la gira por José Antonio Casal entra en Ñu para sustituir, en esta ocasión, a Carlos Kakutani. Durante la gira se puede destacar un concierto que les llevó a un pueblo muy pequeño que ni siquiera podían encontrar, hasta que se enteran de que los que les habían contratado eran unos quintos que se iban a la mili. Tocan en el sótano de una cafetería ante 40 ó 50 personas. Durante 1993 siguen girando por todo el estado sin ningún movimiento discográfico.
El contrato con Barrabás había expirado, ya que era sólo para grabar ‘Imperio de Paletos’ y tocó ir en busca de una nueva discográfica. En ese momento, Rafa Basa aparece de nuevo y convence a Miguel Zamora, director de Hard Vinyl, de que Ñu es un buen fichaje y Molina se embarca en la grabación de ‘La danza de las mil tierras’, considerado como uno de los mejores discos de su carrera. Grabado en los estudios Talkback de Madrid, vio la luz en junio de 1994. En este disco Ñu vuelve a sus raíces medievales con un predominio pleno de la flauta y violín e influencia de música tradicional. El disco tenía canciones duras como ‘Cruz de hierro’, ‘Hechiceros’ y ‘Perro labrador’; y canciones más folk como ‘La danza de las mil tierras’ o ‘Pícaro’. Paralelamente a este disco salía a la luz el disco en solitario grabado con los Robagallinas bajo el nombre de ‘Andando sólo’, disco que Molina define como "un cruce entre Rod Stewart y José Luis Perales".
‘La danza de las mil tierras’ es presentado en el Auditorio Green Villa de Villaverde con un concierto que fue un caos hasta que salió Ñu. También tuvieron la oportunidad de presentarlo en las cárceles de Alcalá Meco y Carabanchel. Después de estas actuaciones el batería Luis García abandona el grupo por temas personales.
Ñu rompe sus relaciones con Hard Vinyl porque, según José Carlos, les prestaban poca atención y no quedaron muy contentos (la compañía) con el sonido de ‘La danza de las mil tierras’.
Ñu sigue tocando por toda la geografía española durante 1995, viviendo un momento álgido y teniendo buenas críticas en revistas especializadas. Después de esta gira, José Carlos se encierra en el estudio para repasar y actualizar la discografía del grupo y en este año ve la luz la primera recopilación de Ñu ‘Veinte años y un día’, coincidiendo con que el grupo cumple 20 años, en la que se presentan los mejores temas de Ñu pero regrabados para la ocasión con un sonido más heavy, acorde con los tiempos que corrían. La grabación de este disco es toda una reunión de leyendas ya que se invita a todos los músicos que han pasado por Ñu para grabar los temas. También se incluyen temas como ‘Que nadie escape a la evolución’ y ‘Volando en sociedad’ del famoso single, donde participaba Rosendo, o ‘El tablero de ajedrez’ o ‘La explosión del universo’. Del mismo modo, aparecen canciones de la época 80-82 en la que se dedicaban a hacer canciones sinfónicas como ‘La danza de las sombras’, rebautizada como ‘Dueño de las sombras’ o ‘El mensaje del mago’. Sale a la luz ‘Púrpura profunda’, grabada junto al cantaor Ángel Moreno. En lo referente a los clásicos se graban ‘Profecía’, ‘Una copa por un viejo amigo’ (rebautizada como ‘La copa’) y, por primera vez en estudio, ‘No hay ningún loco’, ‘Sé Quién’ o ‘Imperio de paletos’. También se añaden ‘Ella’, ‘Más duro que nunca’ y ‘La bailarina’ con una improvisación con trozos de canciones de Deep Purple y otros grupos llamada ‘Fiesta’. Por último, destacar ‘Cuentos de ayer y de hoy’, ‘La granja del loco’ y ‘La danza de las mil tierras’ con muchísima fuerza. Todo esto mostrando que estaban en un momento excelente.
Con motivo del vigésimo aniversario de la existencia del grupo, Pedro Giner publica su libro conmemorativo ‘Ñu. 20 años de resistecia’ (Ediciones Vosa, 1995), que cuenta la historia de la banda y de su avezado líder.
Después de esta etapa Ñu sufre un silencio discográfico, que dedican a encerrarse en La Casa de los Gatos, su propio estudio, en el que cambian algunos temas legendarios de su carrera como ‘Danzarina privada’, ‘No hay ningún loco’ o ‘El flautista’, para adaptarlos a un sonido acústico y más medieval todavía. Además compone tres temas nuevos instrumentales: ‘A través del tiempo’, ‘En un jardín de palacio...’ y ‘La taberna encantada’; y hacen una versión de los Focus llamada ‘La casa del Rey’. Todo ello para formar parte del disco ‘La taberna encantada’, considerado como uno de los más íntimos de Molina. A este nuevo trabajo le acompaña una gira por bares y pubs en plan “tranqui”, que amplían durante todo 1998. Después de esta gira la formación vuelve a cambiar pasando Pedro Vela a las guitarras, Juan Miguel Rodríguez al bajo, Miguel Lozano a los teclados y Jesús Sánchez a la batería.
En 1999, y como edición limitada de 1000 copias, se publica ‘La noche del juglar’ en la que se muestra cómo fueron los conciertos de esa gira acústica. Fue registrado en la sala Caracol de Madrid. Molina define este disco como un regalo a todos los que fueron a alguno de esos conciertos y les gustó en agradecimiento por su apoyo. En este mismo año, Ñu participa en un concierto grandioso junto a Barón Rojo, Mago de Oz y Deep Purple en "La Cubierta" de Leganés.
Llega el año 2000 con Molina y sus huestes prestos y dispuestos a entran en el estudio de "La Casa de los Gatos" para grabar su siguiente disco. Para ello la formación vuelve a cambiar con la deserción de Jesús Sánchez y Miguel Lozano, incorporándose Jorge Calvo (nada que ver con el bajista de los dos primeros álbumes), como teclista. En esta grabación se respira compañerismo y todos tocan casi todos los instrumentos, incluso se da el caso insólito de que en alguna canción es Jorge Calvo quien toca la flauta y hay canciones compuestas por Juan Miguel Rodríguez. Además el hijo de Molina (J. C. Molina Jr.) toca la batería. El resultado final es un disco a medias entre el periodo acústico y el eléctrico en el que cuentan por primera vez con una sección de cuerda para la canción ‘Esperando’ que habla de la adolescencia de Molina. Molina habla sobre el disco para el fanzine Los + mejores: "Ha de haber una transición entre nuestra época acústica y la eléctrica y eso es este disco". El disco finalmente se llama ‘Cuatro gatos’ y cuenta con canciones muy buenas como ‘Renegado’, ‘Cuatro gatos’, ‘La isla’, ‘Canto de sirenas’ e incluso una adaptación de una cantiga del Arcipreste de Hita ‘La cantiga’. Molina admite que esta formación junto con la primera de Ñu, y la que grabó ‘El mensaje del mago’, son las que menos han pensado en el lucimiento personal y en favor del grupo.
A finales de este año se empieza a hacer una recopilación celebrando los 25 años de existencia de Ñu que finalmente ve la luz a primeros del año 2001 y que vuelve a traer todos los éxitos de Ñu y también cuenta con lo hecho en los dos últimos discos de estudio como la versión acústica de ‘Ella’ y la canción ‘Renegado’ del ‘Cuatro gatos’. También incluye un tema que Molina sacó en su disco en solitario llamado ‘Dos rubias’. El disco se saca bajo el sello Pies con Joaquín Arellano "El Niño", a la batería. Ese año se embarcan en una gira que les lleva a presentar el disco por todo el país incluso actuando en el festival de altenativo ViñaRock en Villarrobledo (Albacete), donde Molina arremetió contra la organización del concierto, ya que el equipo del escenario donde ellos tocaban estaba roto lo que provocó que grupos como Avalanch sonaran bastante mal y que Obús no tocaran, convirtiendo a Ñu en el grupo que cerrara el concierto. La actuación de Ñu fue bastante corta, sin bises y con un Molina que acabó bajando con el público ha realizar un solo de flauta.
En este año la formación de Ñu vuelve a cambiar durante el verano con Gorka Alegre al bajo, Javi “Bumper” a la batería y el apoyo a la guitarra de un veterano que regresa a la banda, Carlos Kakutani, que tocó en el álbum en directo ‘Imperio de paletos’ con Jorge Calvo que permanece en la formación.
A principios del año 2002 fallece Jean François André, violinista de Ñu en sus dos primeros discos. Poco después, el día 1 de Febrero del mismo año, se publica el esperadísimo disco de Ñu, ‘Réquiem’, el cual les lleva de vuelta a un sonido más heavy parecido al de ‘Fuego’, pero en algunas partes un poco oscuro. El disco se publica el mismo día que Molina firma en la tienda Tipo de Gran Vía regalando a los 150 primeros compradores una entrada para un concierto que dio poco después en la capital. En el disco hay una dedicatoria para el fallecido violinista.
En este mismo año vuelven a actuar en el festival Viña Rock, pero con resultados peores que el año pasado, ya que por alguna razón Tierra Santa les cambió la hora de tocar y Ñu tuvieron que salir antes que éstos. Esto cabreó a Molina e hizo una actuación pobre con un solo bis y no tocó ninguna canción del último disco lo cual defraudó a los que habían ido allí para verles, a los que acusó de “no comprar su disco y gastarse el dinero en bebida”, en resumen fue una actuación musicalmente buena pero que no será recordada por lo contento que dejó a sus seguidores.
Al año siguiente, en 2003, ve la luz el siguiente trabajo de los de Molina, ‘Títeres’, a través de nuevo del sello Pies, con doce temas nuevos, de talante roquero, directo, inmediato, con temas cortos de consumo rápido. Según Molina, este disco fue un trabajo que hizo forzado, sin convicción y quitándoselo de encima en un momento.
En 2008, uno de los componentes iniciales del grupo, Chiqui Mariscal fallecía. Su cuerpo sin vida fue encontrado por la policía la mañana del miércoles 16 de enero de ese fatídico año, en su apartamento en Madrid. Chiqui había tocado el bajo en la primera formación de Ñu (Fresa) junto a Rosendo y José Carlos Molina y también en el primer disco de Leño. Aparte de volver a tocar con Ñu en algunas ocasiones, también toco en el segundo disco de Rosendo 'Fuera De Lugar' (1986). Chiqui hacía mucho tiempo que había dejado el mundo de la música en activo.
Tres años después, en 2011 aparece de la mano de Santo Grial, ‘Viejo himnos para nuevos guerreros. Y es que Ñu funciona a la orden, disponibilidad y deseo del señor José Carlos Molina, que ha tenido a la banda en barbecho durante unos cuantos años para desquitarse por fin con un disco impresionante. Exquisito guisado de carne de Ñu cocinado a fuego lento y sazonado con todos los ingredientes que a todos los fans nos vuelven locos de la banda. Contiene sólo ocho temas pero son largos y complejos, trabajados, sinfónicos, barrocos y extravagantes pero con la personalidad “molinesca” 100% impresa en cada uno de ellos.
Al año siguiente aparece ‘… y nadie escapó a la evolución’ (Lemuria Music, 2012), todo un documento histórico que recoge los primeros pasos hasta la fecha inéditos (años 75, 76 y 77) del grupo Ñu, liderado por Jose Carlos Molina y por un joven Rosendo Mercado que ya apuntaba maneras. Recoge temas inéditos como 'Satisfacción Rock' a la vez que éxitos que no llegarían hasta años después como 'El tren'. Como valor añadido, aporta un libreto con fotos inéditas del grupo y toda la historia de este disco, y sus comienzos, contada con pelos y señales por su productor, José Luis Álvarez. Los dos primeros temas, 'Chiqui blues' y 'Satisfacción rock', están grabados en 1976 en los estudios Audiofilm. 'What´d I say' (versión de Ray Charles) y 'Nunca se debe decir' (compuesta por Kart Savoy “El rey del silbido”, y con el que colaboraron los por entonces denominados Fresa), están grabadas en 1975, también en Audiofilm. Por último 'El tablero de ajedrez', 'El tren', 'Explosión del universo' y 'La fiesta de los muertos' (la verdadera joya de esta grabación), corresponden al concierto que se celebró en 1977 en san Sebastián de los Reyes, bajo el nombre de “Las 12 horas de rock”. La formación de Ñú fue la compuesta por José Carlos Molina (voz), Rosendo Mercado (guitarra), Juan Almarza (bajo) y Felipe Salinas (batería).
Redacción NO80s. Pedro J. Pérez.
(Aportaciones: Alberto Moreno, Carlos Moreno, Rafa Basa, Pedro Giner, Canal Youtube Jararockmetal)
http://lacajametalik.blogspot.com/2008/01/u.html
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